LA LUDICA CREATIVA

Los juego como la fantasía, han permitido a los niños y adultos poblar de sueños nuestros imaginarios para gaozar en todo su manifestaciones simbólicas y estéticas.

Al ingresar a la escuela, el niño se encuentra en una edad en la que los sentimientos y las fantasías dominan el pensamiento, cuando algo adquiere verdadera importancia para él como "aprender a leer y a escribir", el niño lo transforma en un proceso mágico y/o fantástico, de ahí que la visión practica de la lectura y de la escritura como desciframiento no tiene sentido, el niño necesita aprender con fantasía.

Es importante introducir el juego de palabras a la escuela como una actividad cultural que logren un proceso de mediación entre la fantasía y la realidad, entre pensamiento y lenguaje, entre libertad y sueño, entre goce y placer, más que necesario es urgente.
El niño comienza jugando con sus fantasías y con su propio cuerpo. Y el cuerpo de la madre juega con el espacio, tiempo, con los objetos, con su contexto, con su lenguaje y con su identidad sexual.

Juego y sexo dos palabras aparentemente contrarias y llenas de similitudes que actúan en el orden simbólico o cultural. Sin los juegos del rol o protagonizados, el ser humano (especialmente en los niños) no podrian transcender el espacio de su sexualidad e introducirse en lo se denominan orden simbólico.